domingo, 13 de abril de 2008

Así era mi esposa

Abro esta nueva entrada para poder compartir poemas que nos gusten o que nos sugieran algo, ya que no podremos gozar de ello en "didáctica interactiva". Para empezar os dejo con un escrito que he leído hoy, cuyo autor es el bisabuelo de Alberto Akerman:


Sus frases nunca me hirieron
y siempre me consolaron...
¡Heridas que otras me abrieron,
sus propias manos cerraron!

Aún cuando penaba tanto,
tan buena conmigo era,
que hasta me ocultaba el llanto
para que yo no sufriera.


Con su infinita ternura,
mi más intensa amargura
supo siempre consolar…


¡Y que buena no sería,
que al morirse sonreía
para no verme llorar!


Así era mi esposa Catalina Coll Cairo




Opino como Homo Ludicus cuando dice “¡Qué injusticia, condenar al silencio tantas y tan buenas creaciones!”


Eva López 1ºD

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No está mal el poema. Siempre es bonito poder dar la gracias a alguien de esta manera.

Alumno Ejemplar dijo...

Así era mi bisabuela.
Nunca me había fijado en el poema hasta que me lo dijo Eva...

A.Akerman

Alumno Ejemplar dijo...

Pienso que es un poema precioso, lleno de amor y ternura.
Un poema breve pero conciso, un poema que expresa el amor, la complicidad, el cariño y la generosidad de una una mujer que se desvivia para entregarse a su marido.
Según lo que he interpretado yo al leer el texto, se trataba de una mujer sencilla, humilde que por muy mal que lo estubiera pasando, no decía nada para no preocupar a los demás.
De verdad, es una poesía que me ha impresionado bastante.

Adriana Guix 1C