martes, 29 de abril de 2008

Insomniocondena

Son cerca de las tres de la mañana. Apenas siento esa sensación tan placentera que es la del sueño. Esbozo una delicada sonrisa cada vez que imagino las caras de mis amigos mientras duermen.
La verdad es que aunque me lo tomo a broma, resulta desesperante querer dormir pero no poder, sentir cómo tu cuerpo pide a gritos un descanso pero tu cabeza no le permite cerrar los ojos y disfrutar de la cama.
Seguramente, cuando mañana entre en la clase con mi cortado humeante, la gente hará broma y junto a ellos me reiré pero sólo mi cuerpo sabrá lo duro que resulta dormir menos de cuatro horas. Entonces algún avispado hará la mítica pregunta: ¿y que haces por las noches?
A pesar de estar despierto, no rindes de la misma forma que durante el día y por tanto no puedes estudiar o hacer cosas que requieran una atención intensa así que me entretengo escuchando la radio, leyendo, escribiendo… pero el peor momento es cuando intentas arreglar el mundo.
Empiezas a pensar en como poner solución a todo lo que te rodea y sientes como la impotencia empieza a envolver tu cuerpo y tu mente al llegar a la conclusión de que, en realidad, no puedes hacer absolutamente nada.
Oigo las señales horarias de las tres en la radio. De nuevo, otro día que no dormiré más de cuatro horas; ¡menudo chasco! yo que hoy tenía un sueño que me dormía por las esquinas y ahora que llega el momento de dormir me desvelo. Es desesperante. Amenos me meteré en la cama y cerraré los ojos.

Buenas noches, nos vemos luego.

A.Akerman
1º Bach. F

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esto tiene que ser muy duro aker!
Y no sabes a que es debido a que te desveles por las noches?
Puede que no puedas dormir por las noches, pero si todos los escritos que has ido colgando los has escrito cuando no puedes dormir, sigue sin dormir y llegaras lejos!jaja

Adriana guix

Alumno Ejemplar dijo...

Gracias Adriana!
Después de esto, te invito a un café cuando quieras!!

Aker.