El abuelo hablaba sin parar, le contaba todas sus historias a su joven nieto. El pequeño de tan solo diez años había escuchado ya las mismas historias varias veces pero seguía prestando atención a su viejo abuelo mirándole fijamente a los ojos y con cara de entusiasmo.
El pequeño sabía lo solo que se encontraba su abuelo todo el año a excepción de esos diez días de navidad en que toda la familia se trasladaba al pueblo. Apenas podía moverse y en ocasiones balbuceaba pero su joven nieto se esforzaba por escucharle y entenderle. En ocasiones, una pequeña lágrima recorría su desgastada mejilla fruto de la emoción de poder revivir todas aquellas sensaciones y de que alguien como su nieto disfrutase junto a él. Se emocionaba porque había alguien prestándole atención sin esperar sacar mayor tajada en el reparto de la herencia de aquel viejo hombre. Siempre que terminaba de explicar alguna historia decía: que triste es hacerse viejo. El pequeño siempre le contestaba con una amplia sonrisa.
El nieto le escuchó hasta el fin de sus días porque abuelo solo hay uno.
A.Akerman
1º Bach. F
3 comentarios:
Me encanta!!
Te superas en cada relato!
A mí me hubiera gustado disfrutar más de los míos.
Saludos y no dejes de escribir!
Elisabet Dou
1r Bach-B
Ole aker ole
este es el que mas me ha gustado, de momento.
Venga ahora nos vemos en clase
Xim
Akerman Sublime!! no se puede explicar con palabras// emociona! XD
sige asi
Anton 1 Batx F
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